
Hoy se reunirán el intendente y representantes de la empresa contratista de demoliciones para acordar trabajos en ambas iglesias
TALCA.- Tras el colapso de las iglesias de calle 2 Sur luego del terremoto del 27 de febrero y los intentos fracasados –hasta el momento- de retiro de las torres, surge la inquietud por la posible conservación de ambos templos, los riesgos que supone mantenerlos en pie pese a los severos daños y la urgencia de realizar intervenciones rápidas como sugieren las autoridades. Hoy el intendente regional, Rodrigo Galilea, se reunirá con la empresa contratista y tomarán en conjunto medidas al respecto en relación al tipo de trabajos que deben ejecutarse.
El arquitecto y docente de la Universidad de Talca, Andrés Maragaño, indicó que la complejidad radica en que tanto el Corazón de María como el Santuario de María Auxiliadora son patrimonio de la ciudad y compete a cada uno de sus habitantes. Reconoció que su estado actual significa un problema, pero al ser estructuras emblemáticas, afectan de una u otra manera a la población, sea católica o no.
“Profesionalmente observo que las torres son las que implican una mayor cantidad de peligro evidente y latente. La remoción de ellas sería uno de los caminos para alivianar un poco el problema de las iglesias, pero la dificultad está en que a mi parecer los recursos han llegado muy lentamente y es necesario invertir una cierta cantidad de dinero para poder sustentarlas por mientras llega la reparación final”, explicó.
PELIGRO PARA TRANSEUNTES
El académico indicó que existen dos procesos paralelos: uno de reconstrucción relacionado con los nuevos proyectos que se proponen y la rehabilitación de espacios patrimoniales importantes como las iglesias. El otro, es el de la emergencia que se debe sustentar. Indicó que el gobierno central se demora mucho en transferir los recursos que necesita el municipio para actuar rápido, sobre todo, en temas relacionados al peligro para los transeúntes.
“Sin embargo, también sabemos que son edificios muy importantes para la ciudad y de una arquitectura interesante que vale la pena conservar a futuro… Hay un problema de emergencia que tiene que ver con las habitaciones y mediaguas, pero también deben incluir estos edificios emblemáticos que seamos o no católicos nos representan de alguna forma, o son parte de la imagen o paisaje urbano”, subrayó.
ESTUDIOS PÚBLICOS
Maragaño manifestó que los estudios de ingeniería de ambos templos deben ser públicos para comprender el verdadero riesgo que representan dichas estructuras. Relató que ha visitado las iglesias por fuera y percibe que las torres son las más complejas, no obstante, es posible que los arbotantes (apoyos) y la columnata esté dañada y nadie conoce de ello.
“Me parece que la comunidad católica, el Consejo de Monumentos Nacionales o las Seremi deberían hacerlo público, y definir cuánto es el riesgo inminente de colapso que tienen esas estructuras. Si un peatón pasa por ahí debe saber cuál es el peligro, tiene que estar informado sea cual sea ese edificio”, manifestó.
En tanto, el diácono de la también destruida parroquia San Agustín, Custodio Moyano, aseguró que si bien no posee antecedentes técnicos respecto a los templos de la calle 2 Sur, su recuperación debe estar de acuerdo a costos viables y la coherencia con las necesidades que otros poseen.
“Conservar una estructura que tenga o no valor histórico, no soy el encargado de decirlo. Para mi va más allá la seguridad de las personas y también los costos que conlleva. Hay que brindar la confianza necesaria y yo privilegio eso”, puntualizó.